Por: Juan Carlos Toledo Jiménez
Los vientos de Arriaga desencadenaron en 2019 una ola de tempestades políticas que han confundido la opinión pública en este municipio. La desaparición del Ayuntamiento Municipal y la salida al escenario del Concejo Municipal desató a los demonios de la ciudad de los vientos.
Los integrantes del Ayuntamiento desvanecido no se quedaron con las manos cruzadas e impugnaron al Concejo, llevando sus inconformidades al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con sede en Xalapa Veracruz. Desde entonces, cada estornudo del Tribunal de Xalapa se convierte en una epidemia en los medios de comunicación y en las redes sociales anunciando la caída del Concejo, desconcertando a una ciudadanía que no sabe a ciencia cierta que creer de la información y desinformación que bombardea a este tema.
Aquí viene la reflexión: ¿En verdad ya vuelve el Ayuntamiento destituido? Si el Tribunal ya falló a favor de la impugnación al actual Concejo: ¿Por qué hace 15 días y en estos momentos, tienen que ir de comunidad en comunidad convenciendo a las clases más desfavorecidas para tomar por la fuerza la Presidencia Municipal? ¿Por qué no simplemente esperar a que el curso legal cumpla sus términos y subir por la puerta grande al Gobierno de Arriaga y no tomar la presidencia como bandidos? O acaso los demandantes saben que el pleito legal durará meses o años y tratan de presionar a costa de exponer a gente inocente manipulada y posiblemente pagada, abusando de sus carencias económicas, para hacer montón y simular fuerza.
Una cosa es cierta, se han escrito cientos de párrafos vaticinando el restablecimiento del Ayuntamiento de Arriaga y el Concejo sigue como lo que le hizo el viento a Juárez, más firme que nunca.