
Peña y Velasco ya son compadres
Después del mediodía del pasado sábado, tras la ceremonia religiosa, el gobernador Manuel “Manolo” Velasco Coello, su esposa Anahí Puente, su pequeño hijo y sus invitados convivieron en un lujoso jardín ubicado en la zona de Santa Fe, en la Ciudad de México.
Se trató del bautizo del pequeño Manuelito Velasco Puente (10 meses de edad), cuyos padrinos son el presidente Enrique Peña y su esposa Angélica Rivera.
De este modo la relación entre el gobernador y el presidente se estrechó aún más, y no sólo con él sino con otros políticos que aparentemente son antagonistas del PRI y PVEM.
De hecho a la pachanga arribó casi toda la clase política del centro del país y de Chiapas sólo dos.
Los que estuvieron cuentan que fue el mismo presidente quien los llamó para tomarse una foto con #ElPichito. Todos se mostraron sonrientes, como si no fueran adversarios.
–Manolo, tomémonos la foto –dijo Peña al gobernador (No lo llama Manuel sino Manolo).
RosarioRobles, RafaelMorenoValle, AurelioNuño, EmilioGamboa, MiguelOsorioChong, JoséAntonioMeade, JoséNarro, MiguelMancera, LuisMiranda, DanteDelgado, SantiagoCreel, EnriqueOchoa, LuisArmandoMelgar, RobertoAlboresGleason, EruvielÁvila, así como los poderosos empresarios CarlosSlim, OlegarioVázquezRaña y ManuelArroyo, entre otros, todos amigos de Velasco, se colocaron para la foto del recuerdo.
–Oye Manolo, muy buena tu convocatoria. Nada más te faltó Andrés Manuel –reviró Peña a Velasco, quien nada más sonrió.
Podría tratarse de una nota rosa; sin embargo, no olvidemos que los grandes acuerdos políticos se hacen en una mesa compartiendo el pan y la sal (barriga llena corazón contento), ya que en política es sustancial no perder la relación, la comunicación y el roce positivo, como siempre lo han hecho la monarquía, la aristocracia y la mafia.
Todo esto ocurrió en el puente vacacional del 20 de noviembre en la Ciudad de México: El bautizo en Iglesia Católica y la presentación ante la crema de la política del hijo de los Velasco Puente, Manuelito. Aunque ¿qué culpa tiene el niño… ¿verdad?
(FUENTE: MIGUEL ANGEL CARRILLO BARRIOS/FACEBOOK)