Nicolás Maduro asumió este viernes 10 de enero un tercer mandato como presidente de Venezuela, desafiando las acusaciones de fraude de la oposición y gobiernos internacionales. En un acto celebrado en el Palacio Legislativo de Caracas, Maduro prestó juramento ante el presidente de la Asamblea Nacional oficialista, Jorge Rodríguez, y luego pronunció un extenso discurso reivindicando su liderazgo y la legitimidad de su nuevo mandato.
Maduro acusó a la oposición y a gobiernos extranjeros de intentar convertir su juramentación en un conflicto global. “El poder de Estados Unidos, junto a sus esclavos en América Latina, convirtieron la elección de Venezuela en una elección mundial. Y se la ganamos”, afirmó. En tono burlesco, cuestionó la ausencia del candidato opositor Edmundo González, quien asegura haber ganado las elecciones con el 70% de los votos.
La investidura se llevó a cabo a pesar de las denuncias de fraude presentadas por la oposición y del reconocimiento internacional de González como presidente electo. Según la oposición, el Consejo Nacional Electoral, controlado por el oficialismo, proclamó a Maduro ganador con el 52% de los votos sin presentar los comprobantes del escrutinio. La mayoría de los líderes latinoamericanos se ausentaron del acto, incluidos aliados como Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que solo los presidentes de Cuba y Nicaragua asistieron.
El evento se dio en un contexto de creciente tensión, un día después de que la líder opositora María Corina Machado fuera detenida brevemente tras convocar protestas contra la juramentación. Machado calificó el acto de Maduro como un “golpe de Estado” y llamó a movilizaciones para restaurar el orden constitucional. Mientras tanto, Maduro rechazó las críticas y atacó a líderes como el presidente argentino Javier Milei, a quien acusó de ser parte de una “extrema derecha sionista” que busca desestabilizar a Venezuela. /Con información: bbc.com