En la ciudad Italiana de Padua, una mujer llegó preocupada a la estación de bomberos diciendo que “había perdido la llave de un candado” y que necesitaba que la ayudaran, sin embargo, grande fue la sorpresa de todos al descubrir que la llave que había perdido era nada más y nada menos que la de su cinturón de castidad.
Aunque parezca sacado de una película la mujer, cuya identidad no fue revelada, utilizaba dicho cinturón para protegerse de tener relaciones sexuales.
En un principio, cuando ella llegó a pedir ayuda, los bomberos creyeron que se trataría de algo sencillo como cortar un par de pernos para resolver el problema, el curioso artefacto que abría la extraviada llave.
Para alegría de la preocupada mujer los bomberos pudieron ayudarla a salir de ese extraño instrumento, y luego de ser interrogada, ella aseguró que se lo había puesto por decisión propia y nadie la había forzado.