Durante la madrugada del pasado martes, a bordo de un vehículo particular ingresó al hospital básico comunitario de Cintalapa un niño que presentaba una herida provocada con arma de fuego a la altura de la rodilla.
La policía estatal y preventiva arribó al hospital para recabar información sobre los hechos, luego de entrevistarse con los familiares, señalaron que el pequeño Rosalio “N” de 12 años de edad, originario de la comunidad indígena “Gracias a Dios”, había sido herido de un balazo de al parecer calibre .22mm.
“Eran como las tres de la mañana, nosotros estábamos durmiendo cuando nos avisaron que uno de nuestros caballos se había metido a la milpa del vecino, por lo que al pararnos para ir a sacarlo, mi hermanito gritó y al ver lo que le había pasado, vimos que de su rodilla le salía sangre, pero jamás escuchamos el disparo, por lo que creemos que se trató de una bala perdida” dijo el hermano mayor del menor lesionado.
El proyectil no lesionó ningún hueso por fortuna, y el menor fue dado de alta para que regresara junto a su madre y hermanos.