Este martes se cumple el plazo dado por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) para que las personas en situación de movilidad que habitan debajo del puente del Libramiento Norte de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, desalojen el área. La medida responde a la cancelación de las citas de la app CBP One, que permitía a los migrantes obtener un salvoconducto para transitar hacia la frontera norte. Ante la advertencia, muchas familias han optado por rentar viviendas mientras esperan una solución.
Entre los afectados se encuentra Karolyn Lugo, migrante venezolana que viaja con sus dos hijos, su esposo y su madre. Ella relató que, aunque entendían la orden de desalojo, se habían quedado en el lugar esperando la cita que les permitiría continuar su viaje. “Migración nos dijo que teníamos que salir porque esto es público. Nos quedamos aquí por la espera de la cita, pero ya no salió. Ahora no nos queda más que buscar dónde ir”, explicó.
Francia Alexandra González, también venezolana, abandonó el campamento desde la noche del lunes por temor a ser detenida. Con pocas pertenencias, ahora busca refugio y empleo para sobrevivir. “No nos queda más que arrendar, buscar trabajo y hacer asilo político para tener la oportunidad de salir adelante. Regresar a nuestro país no es una opción”, afirmó. Su principal objetivo es garantizar un futuro mejor para sus hijos.
En el campamento, que llegó a albergar a más de un centenar de migrantes, muchos se dedicaban a trabajos temporales durante el día mientras esperaban la confirmación de su cita. Sin embargo, poco a poco han desalojado el área ante la inminente llegada de agentes migratorios. La situación refleja las dificultades que enfrentan los migrantes en su búsqueda de una vida mejor, mientras las autoridades buscan reubicarlos en espacios más seguros. /Con información: milenio.com
