Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, estrecharon sus manos y sonrieron ante las cámaras al comenzar la histórica reunión en el simbólico Palacio de la Revolución, en La Habana.
Esta es la primera visita de un presidente de Estados Unidos a Cuba en casi 90 años, Obama cumple una jornada de tres días, que busca sellar el acercamiento entre rivales de la Guerra Fría, también se considera como la normalización de relaciones comenzada en diciembre de 2014.
Obama fue recibido con honores militares en el Palacio de la Revolución, una banda militar tocó el himno de Estados Unidos en la sede presidencial cubana en honor al huésped, Raul Castro saludó a Obama con un caluroso apretón de manos.
Obama y Castro se han encontrado dos veces desde que inició en 2014 el proceso de normalización de relaciones bilaterales; la primera se produjo en abril de 2015 en el marco de la Cumbre de las Américas en Panamá, y la segunda, cinco meses después en el seno de Naciones Unidas en Nueva York.
Uno de los temas que abordarán será el embargo vigente desde 1962, en la que Obama está a favor del levantamiento del embargo, recurrió a sus poderes ejecutivos para disminuir algunas medidas que castigan a los cubanos, pero el Congreso (en manos de la oposición republicana) es el único que puede desmontar el entramado de restricciones.
Cuba también exige la devolución del territorio donde se levanta una base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, así como el cese de transmisiones de radio y televisión dirigidas a su territorio.
Obama pidió que no haya vuelta atrás en el proceso de normalización de ambos países y es que algunos aspirantes republicanos a la Presidencia amenazaron con romper toda relación con Cuba.
