Sergio Núñez /ASICh
Una multitudinaria marcha realizaron este viernes una vez más las maestras y maestros que rechazan la reforma educativa, que no quieren ir a la evaluación, y lo hicieron de manera pacífica, en un giro de 360 grados a la marcha realizada el viernes de la semana anterior.
Tal como lo aseguró al inicio de la marcha, el dirigente de la CNTE, Adelfo Alejandro Gómez, actual secretario general de la Sección 7 del SNTE, que sería una marcha pacífica, así resultó porque no intentaron bloquear carretera ni arremetieron contra los medios de comunicación, sino al contrario los convocaron a conferencia de prensa en el punto de partida, en el sitio conocido como La Pochota, a la salida de Tuxtla.
Además, ahora lo hicieron acompañados de empresarios que han venido luchando para que el gobierno les pague adeudos por prestación de servicios y venta de equipos, mobiliario y demás artículos de oficinas y escuelas. Los empresarios encabezados por Rafael Jiménez Aréchar se sumaron al movimiento de la CNTE pero lo hicieron vestidos de blancos y portando globos como símbolo de paz.
También se sumaron trabajadores de salud y varias organizaciones sociales, que ya han planteado sus demandas propias y no han encontrado respuestas positivas.
El dirigente de la CNTE, Adelfo Alejandro Gómez argumentó que el viernes de la semana anterior la movilización se tornó violenta, pero que no fueron las maestras y maestros los actores, sino policías infiltrados para culparlos a ellos.
Acusó, ocho días después de los hechos, que fueron policías los que hicieron explotar el camión recolector de basura en el libramiento norte de Tuxtla, enfrente de Ciudad Universitaria de la UNICACH, así como el vehículo de los reporteros del canal 5 de televisión local.
Sostuvo que como dirigentes del movimiento no son enemigos del diálogo, por lo que ahora exigen se instale una mesa de diálogo de alto nivel para ir planteando sus demandas por todos conocidas y encontrar acuerdos y soluciones.
Dijo que juntos maestros de la CNTE y organizaciones caminarían este viernes, y así lo hicieron de manera pacífica por lo que la policía solo se mantuvo a la expectativa que no violentaran el derecho de terceros.
Asimismo, reveló que los 19 detenidos el viernes de la semana anterior, estaban por regresar de Nayarit, luego que fueron reprimidos por la policía federal.
En tanto, las autoridades estatales y del municipio de Tuxtla se mantuvieron al pendiente del desarrollo de la marcha, porque no permitirían que se confundiera la libre manifestación con el vandalismo.
Por eso, aunque ahora los manifestantes detuvieron a un presunto policía, vestido de civil, Fabían Constantino, no lo vejaron ni atentaron contra su vida, sino hasta valla le hicieron para que se fuera por donde vino. ASICh