El robo de ganado sigue siendo el dolor de cabeza de los ganaderos de la región, así lo dio a conocer el agente municipal del ejido Altamira perteneciente a esta municipalidad, Roberto Tapia García, quien sostuvo que este lunes a las cuatro de la madrugada cuando se dirigía a su parcela, se llevó mayúscula sorpresa al encontrar en su potrero uno de sus semovientes destazado.
Narró que es costumbre levantarse temprano para ir a la ordeña, porque antes de la amanezca ya está concluyendo con su labor, pero este lunes cuando se dirigía a su rancho vio que un becerro de seis meses, de unos 200 kilos estaba completamente destazado y los facinerosos ya se habían llevado una pierna de la vaca, por lo que dio parte a la policía para que detuvieran a las personas que se dedican a este ilícito.
Dijo don Roberto Tapia, que no tiene ni la más mínima sospecha de quién o quiénes se metieron a su rancho para destazar el semoviente.
“Esta misma mañana voy a interponer una denuncia en la Fiscalía Regional de abigeato contra quien o quienes resulten responsables, porque por este rumbo siempre ha ocurrido varios robos de ganado, pero desafortunadamente muchos de los compañeros no presentan su denuncia”, dijo.
Por su parte, socios de la Ganadera local opinan que muchos productores pecuarios que han sido objetos de robo de ganado no presentan denuncias por que las autoridades exigen mucho trámite y en ocasiones, tanto la policía judicial como el Ministerio Público exigen cierta cantidad para llevar a cabo las investigaciones, dijeron.
Los ganaderos de Tonalá destacaron que son cuatro los municipios que más se han visto afectados en el robo de ganado, –Arriaga, Tonalá, Pijijijiapan y Mapastepec, pero de hecho hay temor de los productores para formalizar una denuncia.
Finalmente dijeron que a pesar de que las instituciones de seguridad pública federales y estatales han dado duros golpes al desmantelar y detener bandas de ladrones de ganado en la región, los productores pecuarios enfrentan problemas para recuperar parte de las pérdidas al existir muchos candados por parte de las empresas aseguradoras.