En diferentes foros, en distintos momentos de lo que va del presente sexenio 2012-2018, en giras de trabajo o en audiencias privadas en la residencia oficial de Los Pinos, el Presidente de la República Enrique Peña Nieto ha expresado el afecto y la estimación que le tiene al Gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello y lo que se ve no se juzga.
En público y en privado el titular del Poder Ejecutivo Federal ha convocado a Manolo Velasco -como afectuosamente le llama- para que los dos niveles de gobierno que ellos representan trabajen en un marco de respeto y colaboración institucional a favor de las familias de Chiapas y de México.
Durante la primera mitad de esta administración y a pesar de la austeridad con la que se ha trabajado en Chiapas por la evidente escases de recursos, el Presidente Peña ha encontrado en esta entidad han sido resultados muy significativos para su gobierno y para las políticas públicas y de impacto social que desde la Federación ha apoyado para detonar el progreso y desarrollo de Chiapas.
Resultado de la excelente relación que desde hace más de una década mantienen ambos políticos, ha permitido que las giras de trabajo a Chiapas por parte del Presidente Enrique Peña hayan sido constantes y muy valiosas, entre ellas la inauguración del aeropuerto internacional de Palenque, la puesta en marcha de la Cruzada Nacional sin Hambre y la presentación del proyecto de las Zonas Económicas Especiales por citar solo algunas.
Hoy en Chiapas, sin pretender tapar el sol con un dedo, atraviesa una situación complicada, que no es exclusiva de esta entidad y cuya inconformidad del gremio magisterial es a consecuencia de la reforma educativa y particularmente por el proceso de evaluación en la que los docentes deben acreditar sus conocimientos y estar en permanente actualización para no perder sus derechos laborales.
Y bien hace el joven gobernante de Chiapas en saludar un derecho constitucional de todo ciudadano mexicano a la libre manifestación, en el entendido que ese derecho tiene un límite cuando afecta el derecho de otros ciudadanos que no tienen por qué pagar platos rotos ni sudar calenturas ajenas.
Pero con madurez, con sensibilidad y por la admiración que le guarda al magisterio federal y estatal, el Guero Velasco ha procurado y lo ha demostrado no una sino varias veces que es un político civilizado y maduro que privilegia el uso de la razón y la construcción de los acuerdos por la vía pacífica.
Ojalá los buenos oficios del Gobernador Manuel Velasco Coello y la magnífica relación política y personal que mantiene con el Presidente Enrique Peña Nieto, coadyuve para construir juntos una solución salomónica para las y los maestros de Chiapas.
La violencia solo conduce a más violencia y el ejercicio de la política es sin duda el camino correcto para desalentar hechos de barbarie.
El uso de la fuerza pública es una facultad del estado para hacer valer el estado de derecho, para garantizar la libertad de tránsito pero solo es necesario cuando las pasiones rebasan el uso de la razón y del entendimiento entre quienes por exigir respeto a sus derechos provocan desorden, alteran la paz social o quebrantan el orden público.
Confiemos que en Chiapas sea la vía política la que abone a la construcción de acuerdos aun en la diferencia, donde no haya vencedores ni vencidos, sino todos juntos en unidad pongan su granito de arena para darle certidumbre y desarrollo al estado. ASICh